Misiones Universitarias Jesuitas - Segundo día


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Puse temprano el despertador con la intención de ir a la ordeña, aunque al final no iría. Dos veces le pedí a mi black cinco minutitos mas, pero los gallos de afuera y unos pollos que se metieron exigiendo ser alimentados me impidieron prolongar mi sueño. Luego de cumplir sus demandas, doña Flor me recordó el encargo de Irvin (que como buen patrón aun dormía): darle de comer a los cochinos recién nacidos.

Terminando eso, y luego del desayuno y la ducha, decidimos que seria mejor hoy acompañarlos a Tatahui a vender quesos, pues ahí podría enviar correos y comprar material para los temas de hoy.

Ya en el pueblo pude sacar copias de los libretos de la pastorela en la única copiadora que cobra a 50 cvos la copia, todas las demás pueden llegar hasta dos pesos.

La entrega de quesos nos llevó a Pajapan, que tiene un mercado bonito, pero también una explanada con un teatrito y unas fuentes estilo griego. En dicho mercado, Irvin exigió una piñata y le fue concedida. Por cierto, en algún momento me elevo a la categoría de tío y para todos lados quiere ir conmigo, asi que en realidad no me libré de Fer y Kiki.

Ya acabada la venta de quesos (muy rápido por cierto, pues ya casi todos estaban encargados) regresamos a Benigno.

Comí caldo de pescado y camarón. Hicieron un caldo "no tan picoso, porque ya sé que los misioneros luego no comen chile", dijo doña Flor. No quiero imaginarme cómo es un caldo normal =S

A las cuatro fui a la capilla a iniciar el casting para la pastorela. Tardó más de lo esperado, pues cada que uno terminaba iba a avisarle a algún amigo y llegaba veinte minutos después. Pero bueno, ya tengo un Néstor y solo me falta un buen Satanás.

Casi no tuve tiempo de preparar el tema, pero hoy estuvo mas papa: platicamos sobre la humildad y su antagonista: la vanidad. Soy un experto en el tema ;)

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