Misiones Universitarias Jesuitas - Tercer día


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Otra vez la desmañada fue en vano. Me levanté a las 6:23 y de volada estaba listo para ir a la ordeña, pero no encontraban mi medio de trasporte. La yegua se había ido al monte y al estar tan crecido el pasto, no se alcanzaba a ver. Ya estaba resignado a irme caminando, pues retrasarnos aumentaba el riesgo de que los becerros nos dieran bajín con la leche. En eso llegó don Tino ya con la yegua. Oh sorpresa: mis súper botas de Pemex no cabían en el estribo. Pensé en cambiarme, pero ya era bastante tarde y cabalgué solo con las puntas.

Camino a la parcela un vecino que venía bajando nos advirtió haber recién matado “tremenda coralillo”, así que agradecí no haberme cambiado de botas.

Llegando arriamos las vacas dentro del corral para comenzar la ordeña. Ellas se me quedaron viendo raro, como diciendo "este wey no es de por aquí", pero luego de un rato se acostumbraron a mi presencia. Todas menos Paloma, quien no paraba de mugir agresivamente y alborotar a las demás.

Finalmente Germán me dijo que ordeñase una. Una cosa lamentable. No logré sacar ni para un capuccino. Me dolía el orgullo, pero mis muñecas comenzaron a dolerme más. Culpo al Wii del poco ejercicio. Germán moría de risa.

Regresamos a casa, me bañé para ir a buscar a quienes faltaban de la pastorela. Pero en eso llegó Chore, el jesuita que nos supervisa.

Fuimos a visitar a la Sra. Tomasa, quien lleva 32 años en Benigno y tiene solo un nieto. Nos contó cómo trabajaba con el padre Juan hace más de 20 años. También que dicen por ahí que ya no es Padre, sino padre de familia. Ya Chore le dijo que es falso, lo acaba de ver hace quince días y recién celebró 50 años como jesuita.

La Sra. Tomasa nos ofreció té. Rápidamente nos puso nuestra taza enfrente y con dos jarras en la mano echó mitad té y mitad leche. Yo me quedé con cara de espanto pues mi intolerancia a la lactosa podía ocasionar problemas. Traté de hacerme tonto hasta que ella dijo: pruébelo hijo, ¿está muy caliente? ¿Le echo más lechita pa' que se enfríe?". Tuve que darle un sorbo. La verdad sabía muy bien, pero no valía el riesgo. Ya en una de esas que fue a buscar algo, le dije a Chore mi problema y se lo empinó todo. Tomasa nos dijo que mañana (hoy) la posada sería en su casa y que estaba haciendo 'gatos'. ¿Se preguntan qué son los gatos? Yo también. Lo supimos en la posada.

Luego fuimos a visitar a la mamá de la Sra. Hortensia, donde sería la posada del día. Estaban haciendo tamales y nos ofrecieron café. Ellos son los únicos en el pueblo que siembran café: "yo lo siembro, yo lo cosecho, yo lo tuesto y yo me lo tomo".

Nos fuimos a ensayar la pastorela y Chore se fue a Carranza. Fue un buen ensayo: Satanás es graciosísimo.

Llegó la posada y antes me puse a jugar toca-toca con los niños.

El tema de hoy era el amor en pareja, unión familiar y divorcios. Advertí desde un principio que yo no hablaría mucho hoy porque yo no tengo idea práctica de eso. Estuvo bien padre. Solitos ellos hablaban y se contestaban. De repente noté que no estaban los esposos dentro y los mandé traer. Se puso mejor ya con ellos. Contaban cómo a las muchachas “a veces nomás se la llevan al baile”. En algún momento algo que dije generó cara de sorpresa en todos y me dio algo de miedo, y es que dije que en varios casos la separación esta justificada. Afortunadamente, conozco el Código de Derecho Canónico, y cité varias causas de nulidad.

Hoy es cuarto domingo de Adviento por lo que se hace un ritual más solemne. También se ordena Mario Arguijo SJ en un poblado cercano y todos los misioneros iremos. No es tan común que se ordene un jesuita. Terminando me regresaré de volada para preparar todo.



Saludos,

Salvador Meneses
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